jueves, 4 de junio de 2015

¡TODO POKEMON!

Claudia es una enamorada del mundo Pokemon, y que mejor ocasión que celebrar su Primera Comunión para gritarlo a los cuatro vientos. En un entorno tan precioso como los jardines exteriores de La Ópera de Benicàssim, montamos esta candy bar tan colorida. Rojo, azul, amarillo y blanco, los colores de pokemon, inundaron la decoración de esta comunión tan especial. 

La candy bar precisaba de trasera para la decoración, ya que al celebrarse en el exterior no disponíamos de ninguna pared para colgar, así que confeccionamos un mural hecho a mano con goma eva de la cara de pikachu, el más famoso de los pokemon. Para completar el panel trasero colgamos banderines con el nombre de la anfitriona, pero en lugar de confeccionarlos triangulares, escogimos las pokebolas. Todo sobre un fondo de azulón con pequeños lunares en blanco, que convertimos en el papel referencia de esta celebración.


Colocamos regalices rojas, palitos azules, fresones amarillos y brochetas muy divertidas en botes blancos, y
para complementar las gominolas y tematizar la mesa colocamos sobre las puntillas decoradas con el papel de lunares unas galletitas de mantequilla recubiertas de fondant de pikachu y pokebolas, que además de ser bonitas, están ¡buenísimas!

Además, como los papás de Claudia querían tener algo de merienda, además de las galletas, colocamos en una tartera unos donuts decorados, unas magdalenitas con cobertura de chocolate, e hicimos unas brochetas de galletas oreo que envolvimos y decoramos con lacitos de rafia amarilla.









Los detalles para mayores y niños los colocamos en un lateral de la candy bar, y al estar envueltos con el mismo papel azul de lunares y con los lacitos en amarillo, quedaban chulísimos. Para los más peques de menos de dos años escogimos un cuento de cartoné muy adecuado para sus pequeñas manitas. A los niños y niñas más mayorcitos se les regaló unas divertidas cometas plegables para aprovechar esos días de viento, y para los adolescentes unos preciosos puntos de libro imantados para no perder el hilo de la lectura. Una foto preciosa de Claudia fue el obsequio elegido para los adultos, y las colocamos en unos sobres amarillos que decoramos y personalizamos a juego con el resto de decoración. ¿Os gustan?



Por último, decoramos un poco la mesa de los niños: globos en amarillo, azul y rojo con algún toque de lunares para coordinar con el envoltorio de regalos y con el papel azul. Todos los globos atados a las sillas con rafia de los mismos colores. Y para colocar encima de cada plato un detalle dulce y divertido: un fresón amarillo con un banderín con el nombre de un pokemon.









1 comentario:

  1. Que bonito para un niño, que bien que siempre se aprende os invito a visitar mi pagina con detalles para todos los gustos www.tudetallemolon.net

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